domingo, 21 de septiembre de 2008



Manuale D’amore, un film de Giovanni Veronesi.

Esta vez, la cadena no se rompió

Una película provista de todos los elementos para que el espectador vuelva tranquilo a casa, sin antes haberse entretenido y, quizás, reflexionado tan solo un poco.



El director Giovanni Veronesi se ha propuesto golpear al corazón del espectador medio con los frecuentes mecanismos del film romántico, combinándolos con los mejores recursos de la comedia italiana de antaño. De esta forma, el relato se estructura en cuatro macrosecuencias que organizan la historia muy ordenada, y en forma progresiva.

Ocho personajes en parejas heterosexuales - ¿El amor sólo es en el limitado mundo hetero? – ejecutarán un recorrido por los sabores de la pasión, no sin transitar los entreverados caminos de la desazón, la pérdida, la defraudación y la angustia. Al final, todo regresará a un estadio armónico donde cada uno de los personajes avizorará un futuro dichoso.

Cuatro capítulos interrelacionados dentro de la diégesis mediante la presencia de los personajes, constituyen el entramado simplificado en la circularidad: del amor al amor. El enamoramiento, la crisis, la traición y el abandono.

Tommaso, un joven desempleado en Roma, logra obtener el beneplácito de Gulia, enamorándose ambos profundamente, a tal punto que constituirán el contrato primigenio de aquella sociedad a la que el film insta – tuvo gran repercusión en Italia, con una platea de 3 millones de espectadores -: el matrimonio – hacia el final nos enteramos que adviene un hijo. En el preciso sitio al que han elegido para desarrollar su viaje de bodas, una pareja expira los últimos átomos de oxígeno de su relación, desbordando el tedio áspero que tiñe su existencia. Así Bárbara y Marco conforman la historia más relevante de la narración, sobre todo por la implacable conciencia del hombre frente a la crisis y sus posibles soluciones – la capacidad actoral y la interpretación de Sergio Rubini son excepcionales- . Luego de una salida entre amigas con borrachera incluida, Bárbara se “reencuentra” con su marido en la plaza, antes éste logrará evitar una multa convenciendo a una agente de tránsito – Ornella - , a través de la empatía y la apelación a la subjetividad de ella.

Exactamente, en este juego monótono de progresión narrativa determinada hasta el hartazgo, Ornella será testigo de una escena de infidelidad por parte de su marido y, como consecuencia de sus pesares, se convertirá en una tirana, empleando todo su poder en la calle para multar a cuanto hombre se le cruce en el camino. En uno de sus avasallamientos masculinos, se topa con un médico infractor muy irritado tras el abandono que está experimentando por parte de su esposa. A tal punto que dedica extensas sesiones de lectura y ejercicios hallados en un libro de auto ayuda comprado en la librería donde ha conseguido trabajo Tommaso. Este no será el único encuentro entre los protagonistas de la primera y última secuencia, pues el médico terminará entablando una estrecha relación con la hermana del muchacho, abriéndose al desafío de una nueva posibilidad frente al amor.

Como puede observarse, el relato lleva de las narices a los espectadores, proponiendo un ejercicio aristotélico en el cual las líneas narrativas confluyen a la perfección.

Por lo demás, una delicada dirección de fotografía junto con el trabajo de un elenco experimentado, y algunos guiños al espectador - como la ruptura del artificio cinematográfico mediante el diálogo a cámara de los actores, al estilo de los antiguos capo-cómicos -, integran los aspectos más relevantes de la película. Sin dudas, el espectador que busque un momento de distracción frente a una historia fluida dentro del espacio del sueño, hallará en “Manuale d’more” una propuesta digna de tener en cuenta.


Conrado Beretta, para Los Restos del Naufragio



FICHA TÉCNICA
Manuale D´amore
116 min, ITALIA
Dirección … GIOVANNI VERONESI
Guión ... GIOVANNI VERONESI Y UGO CHITI
Diseño de producción ... LUCA GOBBI
Producción ejecutiva...MAURIZIO AMATI
Director de fotografía ... TANI CANEVARI
Edición ... CLAUDIO DI MAURO
Música ...PAOLO BUONVINO
Escenografia … CLAUDIA COSENZA
Estreno en Argentina: Jueves 25 de septiembre


ELENCO
CARLO VERDONE
SILVIO MUCCINO
LUCIANA LITTIZZETTO
SERGIO RUBINI
MARGHERITA BUY
JASMINE TRINCA

sábado, 20 de septiembre de 2008


“Teatro para pájaros”, en la flamante sala Fuga Cabrera.
Teatro para el Rock
Luego de su estreno en el 2007, Daniel Veronese repone la obra en su nueva sala.

Life is but life, and death but death!
Bliss is but bliss, and breath but breath!
And if, indeed, I fail,
At least to know the worst is sweet.
Defeat means nothing but defeat,
No drearier can prevail!
Emily Dickinson


Uno de los mayores exponentes de la denominada “nueva dramaturgia argentina”, Daniel Veronese, ha sido profundamente estudiado y analizado, reconocido por su creatividad y calidad como artista, titiritero, dramaturgo, un verdadero “animal de teatro”. Prolífico, creativo, multipremiado, es reconocido no sólo por el campo de los teatristas, también por el ámbito académico que lo requiere de modo permanente para sus análisis y trabajos universitarios. Sin dudas, su obra constituye – junto con Rafael Spregelburd , Mariano Pensotti, Alejandro Tantanian y Javier Daulte, entre otros– un material invalorable para todo aquel que intente comprender que ha acaecido en los últimos años dentro de la producción dramática nacional.

Con varias obras en cartel, un proyecto cultural propio y genuino, la búsqueda de trabajo con nuevos lenguajes como el cine , y la relevancia de su labor en España; se ha puesto en la picota de la producción periodística y mediática en lo que a temas de espectáculos respecta. En este caso, nos abocamos a enfrentar la lectura de una de sus últimas manufacturas: “Teatro para pájaros”.

La obra se ha reestrenado este año, luego de su lanzamiento en el Teatro del Pueblo – marzo 2007- , esta vez, en Fuga Cabrera, la sala inaugurada recientemente en su propia morada.
Como sucede en cada ocasión donde un autor de su talla sube a escena un trabajo, múltiples medios de comunicación editan y producen material - ¿crítico?- sobre la obra en cuestión. Si se realiza un recorrido pormenorizado sobre los distintos metatextos producidos en torno a “Teatro para pájaros”, se encuentra una constante de lectura presente en la totalidad de las plumas que han espetado la tinta sobre el papel: la característica de obra organizada en base a un juego de “cajas chinas” , el trabajo autorreferencial signado por las parejas de integrantes del campo teatral que se la pasan hablando y dando cuenta de las problemáticas endógenas de aquello que se alude y puede entenderse como “el teatro argentino”, “teatro dentro del teatro”.
Frente a este cúmulo de entramados textuales redundantes, surge una serie de interrogantes prolíficos que podrían permitir la posibilidad de enunciar algo más, sino no tiene sentido continuar repitiendo lo mismo a través de los textos. En principio, como lectores y amantes del teatro, ¿Estamos compelidos a remachar sobre lo mismo? ¿Debemos intentar aportar a cierto estadio de búsqueda y apertura del texto más allá de lo que los propios productores piensan acerca de su trabajo? ¿En esta época estampada por el hipertexto, no es necesario ejecutar algún tipo de estrategia discursiva que abogue por la distinción y la calidad de la información sobre los espectáculos que intentamos atrapar? Los entresijos son surtidos y el debate continúa siendo el de siempre: ¿Cuál es el lugar de la crítica de espectáculos en nuestra contemporaneidad?

Si bien este no es el espacio para debatir acerca de las numerosas cuestiones sobre la crítica periodística y académica, es necesario plantearlas permanentemente para tener en cuenta que no escapa a la crisis massmediática imperante en los medios de comunicación, por una parte, y en las decisiones de qué y quienes logran publicar, de acuerdo a los multilaterales factores de poder intervinientes – de ello, la producción académica y sus agentes, bien lo saben -, por la otra.

Lo cierto es que poco se ha hablado en el caso de “Teatro para pájaros”, acerca de la miscelánea materia surtida que constituye, producto de un fructuoso edificio ensamblado a partir de piezas seleccionadas con eminente precisión.

Desde el inicio del rito, observamos que el espectáculo intimará la enciclopedia y el reconocimiento atento del espectador avezado, interesado en asir la batería de elementos que se proponen. El público ingresa a la sala lentamente, toma asiento en las añejas butacas impregnadas de aplausos, mientras se oye a los actores conversando en un entrepiso, como si fueran músicos prestos a salir a escena. Charlan, se ríen, debaten, sesgan con sus voces el sonido estereofónico que suena con energía: los diálogos de “The Raven”, la obra que Lou Reed produjo sobre textos de Edgard Alan Poe.
Sin darse cuenta, los asistentes al espectáculo ya han sellado el contrato, presencian desde el inicio los mecanismos de un cúmulo de partes y fragmentos que se adhieren para contar una historia. El relato versa sobre el teatro y los actores están en escena, mostrándose tal cual son – excelente elenco que evidencia el arduo trabajo subyacente y la “química” que los une- , allí arriba, viviendo la intensidad de “la previa”.
La elección de la música no es inocente, ya que el juego intertextual será el tutor a seguir durante toda la función. En un devenir paradigmático, brota Lou Reed, que tomó los textos de Poe, elaborando un intenso desarrollo musical consumado en POEtry, dirigida por Robert Wilson en el 2000.
Las relaciones entre rock y teatro constituyen un resquicio de entrada feraz para llegar a la representación. De hecho, Veronese posee, como dramaturgo y director, una rítmica especial en la creación de belleza, no solo en Open House – donde Lou Reed es fundamental -, también en otras obras de su factura, como Variaciones sobre B, Cámara Gesell, Circonegro, Señoritas porteñas, Luisa, Luz de mañana en un traje marrón- precisamente, Rubén Szuchmacher incluyó las últimas tres en un espectáculo al que denominó: Música rota-, etc.

También, la música pivotea durante toda la obra, así suenan temas de Leonard Cohen e Iggy Pop, se menciona a Moby en los parlamentos. Podríamos afirmar que existe un trasfondo rocker en la dramaturgia de Veronese, más aún, en toda su existencia artística: esa energía ciclópea que lo lanza a producir constantemente; las marcas que orientan la mirada hacia un gusto por la música; la forma de trabajo con múltiples elencos a la manera de un sesionista experimentado; su concepción de poner en escena una máquina poética que podríamos asimilar a la ligazón del rock y la fuerza característica de la máquina – tengamos en cuenta , además , la similitud por proximidad semántica de algunos nombres como La Máquina de hacer pájaros , La Aplanadora del Rock, etc. -; incluso, la instancia precedente de los actores se asemeja a la espera intensa por salir al escenario que todo músico transita en cada recital. Ellos esperan allí la salida frente al público, prestos para comenzar la función con la misma celeridad con que un violero toma su instrumento y transforma el entorno, irrumpiendo sobre el silencio con la masa de sonidos.

Un campo de tensiones textuales se desata en la escena, el relato permite no solo postular la evidente autorreferencialidad; lo interesante es construir la lectura a partir de las tensiones inter – sistemas estéticos, ubicando la mirada en el universo simbólico-cultural, para encontrarnos con la dimensión filosófica del intertexto: la inexistencia de un origen, la concomitante posibilidad de re-comenzar permanentemente, abriendo posibilidades paralelas a las “verdades hermenéuticas” que postulan la exégesis única del Texto.

Así, los poemas de – y el sujeto – Emily Dickinson resuenan en el profundo discurso que emite Gloria (Laura López Moyano), captando cierto vigor en el carácter punzante de sus dichos acerca de los que detentan el poder dentro del teatro, profiriendo las palabras sobre Antonio, el productor que se mofa de los actores mientras juega a ser una star del cine italiano, Tony Musante.
Por detrás de la arquitectura de la acción se proyecta como un espectro reluciente, una de las mejores obras de Etore Scola, C'eravamo tanto amati. Gloria, como Luciana en el film, intenta vivir de su profesión como actriz, motivo que la perturba constantemente y le provoca un repudio recóndito hacia los “dueños del teatro”, los productores y los espectadores alienados que determinan “lo que hay que ver”. Además, retumba la entrañable relación de amistad y pasión que vive entre los personajes.
Por sobre todas las cosas, “Teatro para pájaros”, apela a la bienquista libertad que el sujeto sólo puede hallar en la experiencia estética y erótica. De acuerdo a como Ricardo le asevera a Teresa – unos excelentes Lautaro Delgado y Marina Bellati -, hacia el final del espectáculo, ¿Los espectadores podrán decir: “ya sé de qué hablaba la obra”?

Conrado Beretta, para LRN.

Audio de nuestra emsión - Viernes 19/9/08



Ficha técnica:
Obra: Teatro para pájaros. Autor: Daniel Veronese. Elenco: Malena Figó, Diego Gentile, Marina Bellati, Lautaro Delgado, Laura López Moyano y Leonardo Saggese. Dirección: Daniel Veronese
Sala: FugaCabrera, Cabrera 4871 "C". Reservas 4833-2043 - fugacabrera@gmail.com
Prensa: Carolina Alfonso. Iluminación: Gonzalo Córdova. Diseño de escenografía: Daniel Veronese. Operación Técnica: Martín Acuevide. Producción ejecutiva: Sebastián Blutrach. Asistencia de dirección: Tatiana Sandoval



“La re-vuelta de los padres” para ver o debatir en familia.

Conflictos puertas adentro
La puesta de Guillermo Ghio nos relata, desde la lógica de la comedia, una problemática familiar actual.




Todos somos hijos, pero no todos somos padres. Cada ser humano es producto de una mujer y un hombre. Nadie puede desprenderse de esa condición primordial. Es nuestro propio nacimiento el que nos enmarca en esa característica. Aunque, siempre es imprescindible la existencia de los padres creadores para conformar así esa relación simbiótica e irremplazable entre ambos.

La familia tipo de "La Re-vuelta de los Padres" despliega una realidad muy habitual entre padres e hijos adolescentes en la actualidad. En pocas palabras, el problema básico en su convivencia es la incomprensión de las necesidades de la otra persona y el hecho de no poder “ponerse en la piel del otro”. Sin embargo, esta tragicomedia plantea la ingeniosa posibilidad de invertir los roles para que se genere un mejor entendimiento entre ambas partes. Esto implica que por un fin de semana, los padres deberán ser los hijos y viceversa. Es muy interesante el entretejido lingüístico que provoca este juego macabro dado que emergen preguntas como ¿se puede renunciar a ser padre? ¿por qué tenemos que entenderlos a ustedes? ¿qué hacemos ahora que somos padres? y ¿por qué nos tuvieron?, las cuáles movilizan al espectador. Esta sensación de identificación con la problemática es reforzada por le elección de Guillermo Ghio de romper por un momento la cuarta pared con la acción de entregar los manifiestos que explican los motivos de la inversión de roles.

El trabajo actoral de los cuatro intérpretes logra diferenciar claramente las dos energías necesarias para la oposición de los personajes. Es destacable Juan Carrasco, particularmente cuando se han invertido los roles y debe actuar de hijo, debido a la espontaneidad que le imprime a su manera de decir y hacer propio cada texto. La interpretación de Loren Acuña es adecuada e interesante en su expresión corporal, sin embargo su acento centroamericano dentro de una familia porteña resulta un elemento que queda injustificado dentro de la diégesis de la obra. Tanto María Eugenia Álvarez y Santiago Saracca logran transmitir con sus acciones y su corporalidad los sentimientos de sus personajes adolescentes.

La obra devela las dificultades de comprensión que existen entre las distintas generaciones dentro del seno familiar básico. Nos permite observar la intimidad de cuatro personas en su convivencia diaria. Todo se consuma, cuando la resposabilidad es representada simbólicamente a través de una pelota que va pasando de manos.


Roberta De Biase, especial para Los Restos del Naufragio.

Ficha técnica
Autoría: Ana JusidDirección: Guillermo GhioActuan: Loren Acuña, Maria Eugenia Alvarez, Juan Carrasco, Santiago SaraccaVestuario: Peonía VelozBanda de sonido: Miguel RurArte: Guillermo GhioAsistencia general: Norberto Portal
Lugar: Centro Cultural Caras y Caretas, Venezuela 370
Teléfonos: 5-354-6618
Viernes y Sábados 21:00hs

viernes, 19 de septiembre de 2008


Desafío Improvisado
Ricardo Behrens, Hacho Badaracco y Agustín Maggi, integrantes de la Selección Argentina de Impro profesional, presentan un espectáculo divertido e inesperado.
Una buena opción para una noche improvisada.

Improvisados desafíos ponen en escena el virtuosismo y la destreza de tres actores, que velozmente exploran y construyen.

El público rompe la cuarta pared para dictar la dinámica del espectáculo, proponiendo constantemente temas, escenarios, géneros y estilos.
Sorprende la versatilidad de estos actores, el crujir constante de la rutina destruida, el inicio de la acción siempre nueva, llena de resoluciones inesperadas.
Desafíos impro es una obra sin obra. Una suerte de estructura, una consigna. Pone de manifiesto el trabajo minucioso del actor, quien se muestra primero en tanto individuo para luego devenir “personaje”.

En el marco de un acompañamiento musical que continúa con la lógica de “construcción espontánea”, estos desafíos le ponen ritmo y diversión a un público invitado constantemente a la participación.
Ricardo Behrens, Hacho Badaracco, Agustín Maggi y Mauri Erman, a cargo de la música en vivo, son los responsables de ésta obra difícil de escribir, por su enorme movilidad y cambio. Dichos actores, integrantes de la Selección Argentina de Improvisación - http://lpimatch.com/ - viajarán próximamente al mundial de Brasil, donde representarán a la Argentina.
Desafíos Impro es sin duda una obra divertida, multiforme y siempre nueva, una buena invitación para ser juez y parte de una noche asombrosa y divertida.

Ficha técnica:
Actores: Ricardo Behrens, Hacho Badaracco, Agustín Maggi
Música: Mauri Erman
Idea y Dirección general: Ricardo Behrens
Teatro Liberarte: Corrientes 1555
Funciones: Viernes 23:30
Reservas: 4372-9224
Cintia Mariscal

"Sabor a Freud", con dramaturgia de José Pablo Feinmann

EL BOLERO DE PASCAL

"Un certain Blaise Pascal etc... etc..."
Jacques Prévert (Fatras)


La Modernidad. El fin de los grandes relatos. ¿Estamos ante el fin del Psicoanálisis?

En clave de comedia crítica hacia el discurso freudiano el texto de Feinmann nos entrega una obra ingeniosa, ambivalente.
Puesta en crisis de un relato –como sugiere en un momento el psicoanalista Kovacs- que en Buenos Aires, tal vez la capital del Psicoanálisis en América, tiene furibundos/as detractores/as y apologistas.

Aunque con el devenir del texto, en clave de comedia, se percibe que subyace un debate conceptual que no es ajeno a la problemática del Pensamiento contemporáneo. Así como la vieja querella en el nacimiento de la Estética, el debate entre Modernidad y Posmodernidad se cuela en el texto.

Principia la obra ampliando el espacio teatral, con un monólogo que intenta justificar la existencia del Psicoanálisis, supuestamente ejerciendo una autocrítica, pero como en todo el desarrollo de la obra, hay un "ida y vuelta" entre la censura y la mirada ambivalente sobre el discurso freudiano. O psicoanalítico si se prefiere.

Un analista y su analizante en una sesión que se extiende durante una tarde y cómo se muestra en ella la relación especular llevada por la parodia a una mutua conversión o permiso para cada un@ en su "verdadero yo". Así discurren los temas recurrentes –y pendientes- de la existencia, "el Edipo", "el matrimonio", los deseos ocultos, "el Ser o no Ser" son desarrollados con la impronta del discurso del filósofo y escritor argentino.

Original puesta en intertexto permanente con el discurso cinematográfico, los credits son presentados como en un texto fílmico. Una iluminación a guisa de pantalla que permite leer textos escritos en escena, con paneles blancos, que sirven de pantalla fílmica para la representación dentro de la representación de un Rick Blaine de Casablanca que canta bolero con una Dolores Durán, pretensa Ilse Lund (Ingrid Bergman). Citas a Spellbound (1945) (Cuéntame tu vida) (A.Hitchcock) tal vez una de las primeras películas que abordó la temática psicológica como algo central para un relato cinematográfico; Psycho (1960) del mismo genio del cine que continuó con la temática, pero con una vuelta de tuerca más; hasta se cita a The Exorcist (1973) (El Exorcista) de William Friedkin; textos sonoros de soundtracks, dobles encuadres, íconos del cine clásico traídos a cuento como Marilyn, las rubias platinadas y el bolero con las canciones de Javier Vargas y Tito Rodríguez.

La pulsión encarnada en este género musical, "en el bolero no hay lugar para grises" Eros y Tánatos y la lectura textual de "El malestar en la cultura" de Freud, son el bagaje que sustenta lo que podría denominarse "obra representativa de una tesis". Arriesgándome, la tesis de la permanencia o persistencia de la Modernidad ante el avance posmoderno globalizante.
Ampliación audaz por momentos de la planta escénica ante una platea que espera la situación de comedia entre un psicoanalista edípico y una mujer aburrida y sometida que crea una cantante "mujer fatal" (otra marca del cine clásico al que es afecto el autor) para soportar su aburrida, cómoda -capitalista- existencia.

La dialéctica del bolero que plantea sólo extremos, -como su opuesto la música "techno" (posmoderna) en la que "se baila lejos, seguro"-; dos personajes, dos historias ocultas -el deseo de ambos de ser cantantes, "un otro/a"- esos grandes temas (esos "relatos") son clausurados por la aparición de la muerte. La muerte como libertad, como la única ruptura.

Todo Feinmann, pura reflexión. Es mucho. Una sonrisa amarga. Credits. Con un sinestésico final de Casablanca musicalizado con un bolero: "Cobarde corazón" Ambivalencia receptiva que dependerá de si el/la espectador/a tiene práctica analítica previa. The End.

Inge Voss. Para LRN



SABADOS 23:00
BOEDO XXI (Boedo 853)
Reservas 4957-1400
Entradas $20
Estudiantes y jubilados $15

Dr. Ernesto Kovacs…………..Julio Luparello
Lucía Espinosa…………. Susana N. Fernández

Puesta y dirección: Jorge Vigetti
Autor: José Pablo Feinmann
Música Original: Martín Bianchedi
Dirección de arte, escenografía y vestuario: Soledad González
Diseño de luces y operación técnica: José Luis Misevich
Edición de imágenes: Magdalena Mastromarino
Fotografía y gráfica: Soledad González

www.saborafreud.blogspot.com

domingo, 14 de septiembre de 2008

Ahora podés escucharnos también por : http://www.unaradio.com.ar

Los Restos del Naufragio expande su oferta de contenidos sonoros en la Web.

Además de salir "en vivo" por Radio Z Digital - todos los viernes de 22:00 a 24:00 - , ahora , se suma a la programación de Unaradio, dejando el programa posteado para que lo disfrutes las veces que quieras y en el momento que consideres necesario volver a escucharlo.
No olvides que el programa sigue también, como siempre, disponible durante toda la semana en http://www.argentinaradioz.com.ar/, además de permitirnos ejecutar la salida en vivo al mundo.
Los Restos del NAufragio agradece a las emisoras de radio digital que confían en el proyecto.




miércoles, 10 de septiembre de 2008

"Los extraños", un film de Bryan Bertino.

"Why?" (¿Por qué?)
La bella Liv Tayler en un film inefable.

Es la pregunta que podríase tomar como eje de The Strangers. El por qué de ciertos acontecimientos, fenómenos, conductas humanas, el devenir de la existencia en general.
La pregunta que no tiene respuesta –no la habrá ni la hay- durante la existencia, por supuesto el film de Bryan Bertino, brindará una tácita mirada reflexiva.

Basada, según nos indica –profundizando la angustia existencial de el "¿por qué?" de tantas cosas que ocurren en este mundo- en hechos reales y todavía con desconocimiento en cómo ocurrieron tales hechos y filmada de manera clásica, con todos los clichés del género de suspense/terror –habría que pensarse dentro de una teoría de los géneros los límites de cada uno- durante una noche fría, luego de una fiesta de casamiento a la que fueran invitados James y Kristen, y después de finalizada, James (Scott Speedman), tal vez estimulado por el casamiento se lo ofrece a su vez a Kristen (Liv Tyler); The Strangers es una clásica propuesta, pero con "toques" de cine de autor –momentos de cámara en mano, la profundización del uso de otros lenguajes como la iluminación, un sonido adecuado, puesto en el momento exacto-.
Transcurre la acción en una casa veraniega con acciones que comienzan a las cuatro de la mañana con una extraña que golpea a la puerta y pregunta por Tamara es el comienzo de una serie de pequeños sonidos inquietantes, lentos "ataques" en la tranquilidad de la noche fría en una casa veraniega. Inexorables golpes a la puerta, sonidos de ventanas, vidrios, van agobiando a Kristen primero, luego a ambos. Hasta quedar sitiados por tres personajes enmascarados a los que nunca se les verá el rostro. Tal vez porque el Destino, el sino trágico de la Existencia o la Muerte no la tengan hasta que se la enfrenta.

Clásico desarrollo, pero consigue tensionar al/la espectador/a y sobresaltarle. Es un buen y clásico entretenimiento, con “perlitas” originales dentro de un modo de representación clásico. Interesante ejercicio de un primerizo director sobre un interrogante que… (A vos, a Usted, te/le resta develarlo.)

Pedro Pablo Moretti , para LRN.

FICHA TÉCNICA
The Strangers, 2008
85 min, USA
Dirección …BRYAN BERTINO
Guión ... BRYAN BERTINO
Producción ... DOUG DAVISON, NATHAN KAHANE
Producción Ejecutiva ... JOSEPH DRAKE, MARC D. EVANS
Director de fotografía ...PETER SOVA
Edición ... KEVIN GREUTERT
Música ...TOMANDANDY
Director de arte …LYNWOOD TAYLOR

ELENCO
LIV TYLER
SCOTT SPEEDMAN
GEMMA WARD
KIP WEEKS
LAURA MARGOLIS
GLENN HOWERTON

sábado, 6 de septiembre de 2008



Danza sin edad
“Te bailo la justa” , el nuevo espectáculo del Ballet 40/90. Todos los viernes en el Teatro Empire.

Cuarenta personas en escena, de entre cuarenta y noventa años. Un ballet heterodoxo, en el marco de un espectáculo que rompe la lógica de todo espectáculo.

Se trata de bailar. No subsumidos en el criterio normalizador del mercado, sino por el placer de hacerlo, demostrando con alegría y cierta irreverencia que no hay limites donde hay voluntad.
Elsa Agras, la coreógrafa y directora del Ballet 40/90, sorprende con un saludo austero y conmovedor. Con sus ochenta y tres años lleva adelante un proyecto inmensamente laborioso.

Las coreografías, son sencillas más originales y variadas. Todo el espectáculo se enmarca en una excelente utilización del espacio y de las posibilidades físicas de sus bailarines.

Heterogeneidad de géneros y estilos, el espectáculo propone recorrer diversas danzas, en una sucesión de escenas muy bien musicalizadas e iluminadas. Invita a bailar en la butaca, a participar con palmas y ¿porque no?, a ser parte de la danza, ni bien alguno de los bailarines te tome de la mano con un paso entre piernas.

“Te bailo la justa” es sin duda un desafío, no tan solo para los bailarines que cada viernes se presentan ante un público que no está educado para verlos, sino también para todo aquel que haya abandonado las posibilidades creativas de su cuerpo, para quien lo haya silenciado.
Con profesionalidad y mucho trabajo “Te bailo la justa” es una excelente oportunidad para sorprenderse y animarse a bailar.

Cintia Mariscal , para Los Restos del Naufragio
Ficha técnica:
Bailarinas y Bailarines:Águeda Escalada, Alicia Clara Pereyra, Alicia López Bentos, Alicia Nosdeo, Ana Maria Alonso, Andrés Magre, Betty Zampini, Blanca Saponaro, Cecilia Scardamaglia, Cristina Córdoba, Cristina Gemma, Elsa Barleta, Eva Banker, Flora Fromer, Floris Choihed, Graciela Jacquemoud, Graciela Maldonado, Hilda Maldonado, Irma E.Mansilla, Julia Kropivka, Laura Adriana Bruno, Maricarmen Pontillo, Marina M.Mazzaglia, Mario Goluboff, Marta D’Alesandro, Matilde Cuenca, Mimi Rossi, Mirta E.Rosenberg, Mónica Bennett, Nene Pereyra, Nilda Perazzo, Nora Pasavanti, Patricia Seri, Perla Ledesma, Sadi Vergona, Teodora Kacoliris, Zulema MartearenaAsesora de Vestuario: Elsa BarletaSonido: Andrés BonelliIluminación: Marcos Guzman/Carlos UrrutiaAsistentes de Danza: Nora Pasavanti, Mimi Rossi, Marta D´AlesandroAsistente de Dirección: Adriana L. Bruno, Cecilia ScardamagliaCoreografía y Dirección: Elsa Agras

Funciones: viernes, a las 21hs
Teatro Empire: Hipólito Irigoyen 1934
Informes y Reservas: 4953-8254


Una obra producida en el marco del proyecto pedagógico del IUNA
“El milagro de la fe”
"El perpetuo socorro", con dirección de Sergio Boris.


“Ya no creo en nada, ya no creo en ti, ya no creo en nadie, porque nadie cree en mí”
V8 Destrucción




No descubriré algo nuevo al decir que existe un debate que sigue sin cerrarse como el que motiva la existencia del discurso religioso; en este campo conceptual, Sergio Boris y l@s alumn@s del Instituto Universitario Nacional de Arte nos sorprenden con una obra reactulizando el debate en éste, su proyecto de graduación para la Licenciatura en Artes Dramáticas.

Once personajes en escena. Diez alumnas, heridas, golpeadas por la lucha religiosa. “El milagro de la fe” se sostiene en algún momento del texto. La lucha cuasi futbolera con “las Adoratrices”. Un lenguaje de violencia enmascarada en el fanatismo religioso, mientras en un alto en la lucha, la líder decide planear la “contraofensiva” en la casa de un ex profesor (Hugo) con quien mantiene una relación amorosa. Caricaturizado como unos bigotes de los años veinte. Dolor esparcido en ese grupo de alumnas que solamente pueden justificar su existencia, en la virulencia de su relación con las otras. Relación erótica encubierta de todas hacia él y de él hacia ellas durante un rito como el de la cena que ocupa toda la temporalidad. ¿El mito de la Última Cena?
Violencia verbal, lenguaje blindado. Armas, golpes, explícitos y tácitos.
Crítica de la religión católica romana, sensata, sin panfletos. Quirúrgica y devastadora. Sin golpes bajos en un anochecer “velando las armas” por jóvenes mujeres que no han crecido y siguen en una lucha irracional. Opiácea.

Elogiable proyecto, ambicioso y resuelve el desafío de un elenco extenso como poner once personajes en escena con escasos recursos técnicos, una planta despojada y un texto preciso. Tranquilizador también, porque hay dramaturgia joven y el teatro argentino sigue nutriéndose con nueva savia y respetando su historia de espíritu crítico que no es poco.

Juan Lucas Tossard para LRN

Audio de la emisión del 29/8



Ficha técnico artística

Dramaturgia: Sergio BorisActuan: Melisa Aimar, Lorena Azconovieta, Ludmila Baigorria, Federico Barroso Lelouche, Eugenia Carraro, Carolina Domínguez Yates, Mariela Finkelstein, Gisela Meligeni, Fiorella Pedrazzini, Sol Rodríguez Seoane, María ZubiriVestuario: Gabriela A. FernándezEscenografía: Gabriela A. FernándezIluminación: Florencia BengoleaMúsica: Carmen BalieroFotografía: Michel MarcuColaboración autoral: Adrián SilverDirector asistente: Adrián SilverDirección: Sergio Boris
Web: http://www.elperpetuosocorro.blogspot.com

PUERTA ROJA Lavalle 3636 Capital Federal - Buenos Aires - ArgentinaTeléfonos: 4867-4689