sábado, 20 de septiembre de 2008



“La re-vuelta de los padres” para ver o debatir en familia.

Conflictos puertas adentro
La puesta de Guillermo Ghio nos relata, desde la lógica de la comedia, una problemática familiar actual.




Todos somos hijos, pero no todos somos padres. Cada ser humano es producto de una mujer y un hombre. Nadie puede desprenderse de esa condición primordial. Es nuestro propio nacimiento el que nos enmarca en esa característica. Aunque, siempre es imprescindible la existencia de los padres creadores para conformar así esa relación simbiótica e irremplazable entre ambos.

La familia tipo de "La Re-vuelta de los Padres" despliega una realidad muy habitual entre padres e hijos adolescentes en la actualidad. En pocas palabras, el problema básico en su convivencia es la incomprensión de las necesidades de la otra persona y el hecho de no poder “ponerse en la piel del otro”. Sin embargo, esta tragicomedia plantea la ingeniosa posibilidad de invertir los roles para que se genere un mejor entendimiento entre ambas partes. Esto implica que por un fin de semana, los padres deberán ser los hijos y viceversa. Es muy interesante el entretejido lingüístico que provoca este juego macabro dado que emergen preguntas como ¿se puede renunciar a ser padre? ¿por qué tenemos que entenderlos a ustedes? ¿qué hacemos ahora que somos padres? y ¿por qué nos tuvieron?, las cuáles movilizan al espectador. Esta sensación de identificación con la problemática es reforzada por le elección de Guillermo Ghio de romper por un momento la cuarta pared con la acción de entregar los manifiestos que explican los motivos de la inversión de roles.

El trabajo actoral de los cuatro intérpretes logra diferenciar claramente las dos energías necesarias para la oposición de los personajes. Es destacable Juan Carrasco, particularmente cuando se han invertido los roles y debe actuar de hijo, debido a la espontaneidad que le imprime a su manera de decir y hacer propio cada texto. La interpretación de Loren Acuña es adecuada e interesante en su expresión corporal, sin embargo su acento centroamericano dentro de una familia porteña resulta un elemento que queda injustificado dentro de la diégesis de la obra. Tanto María Eugenia Álvarez y Santiago Saracca logran transmitir con sus acciones y su corporalidad los sentimientos de sus personajes adolescentes.

La obra devela las dificultades de comprensión que existen entre las distintas generaciones dentro del seno familiar básico. Nos permite observar la intimidad de cuatro personas en su convivencia diaria. Todo se consuma, cuando la resposabilidad es representada simbólicamente a través de una pelota que va pasando de manos.


Roberta De Biase, especial para Los Restos del Naufragio.

Ficha técnica
Autoría: Ana JusidDirección: Guillermo GhioActuan: Loren Acuña, Maria Eugenia Alvarez, Juan Carrasco, Santiago SaraccaVestuario: Peonía VelozBanda de sonido: Miguel RurArte: Guillermo GhioAsistencia general: Norberto Portal
Lugar: Centro Cultural Caras y Caretas, Venezuela 370
Teléfonos: 5-354-6618
Viernes y Sábados 21:00hs

No hay comentarios: